En un encuentro, la percepción que causas está más conectada con tu vestimenta que con la otra persona.
Un programa que examina las múltiples formas de definir y desarrollar un estilo personal.
No es necesario persuadir a nadie de que el concepto de tener una cita es una de las cosas más horribles para los jóvenes de hoy.
Después de un par de años siendo soltera, descubrí que una de las mejores formas de superar a un casi amante es llorar en el suelo por la noche.
(Los azulejos y la cerámica vidriada son los mejores).
No estoy segura de si este método es algo generalizado, pero para las mujeres solteras que rondan los 30 y que conozco, el suelo del baño, con alguna versión de ropa de seda vintage, se ha convertido en un refugio especial.
En parte, esa sensación de rueda de hámster, desesperación y decepción, es lo que explica por qué estamos abandonando las aplicaciones en masa.
Por qué cada notificación de Hinge, Feeld, Bumble o cualquier app que prometía un final feliz nos pone los nervios de punta.
Aun así, seguimos con el gesto de deslizar, mejorando nuestro aspecto y esperando, porque no parece haber otra alternativa.
Si debemos adaptarnos al enfoque de las aplicaciones y asumir que nuestra imagen digital, aunque absurda, nos precede siempre.
Tal vez haya una forma más estratégica de prepararnos para la lobotomía autoinducida que es la escena de las citas modernas.
No con el fin de ser más aceptables para desconocidos, sino de forma más consciente.
Crear una estrategia para presentarnos que descarte a los pretendientes poco serios y nos permita conservar tiempo y energía para los correctos.
Por suerte, un sector de expertos trabaja específicamente en la solución de este tipo de problemas.
Los conocidos estilistas de citas ofrecen auditorías de vestuario virtual, sesiones de imagen y servicios de compras personalizadas.
Ofreciendo estilismos que te hagan sentir “totalmente seguro” o ayudándote a “conservar tu estilo personal”, sea cual sea su significado.
Además, hay quienes proporcionan “sesiones de fotos para citas” pensadas para “presentarte de forma atractiva y auténtica”.
Si nos fijamos en las cifras, parece que algunos están atrayendo bastantes clientes.
Blaine Anderson de Dating by Blaine cuenta con 722 mil seguidores en Instagram, donde ayuda a “los hombres a entender a las mujeres” con videos instructivos sobre cómo hacer que una chica regrese a tu casa, etiqueta para mensajes de texto y “cómo hacer que una chica piense en ti sin parar”.
¿Promoviendo estereotipos de género un tanto anticuados? ¡Claro que sí!.
Pero estos servicios sugieren una alternativa más reconfortante a la noción de que el problema está en ti.
Quizás tú no seas la raíz del problema.
Puede que solo sea tu nula noción de estilo personal.
O el detalle de que tu foto de perfil no es la mejor.
Como soltero que toma medicación y con algunas cicatrices emocionales, decidí poner a prueba esta idea.
En definitiva, resulta tranquilizador pensar que mi apariencia y personalidad no tienen nada de malo.
Tal vez lo único que falta sea pensarme como un producto o marca, ¡y mejorar mi presupuesto de marketing!.
¡Qué tranquilidad!.
Con el propósito de mejorar mi imagen, contacté a Coco Schiffer, estilista virtual establecida en Nueva York.
Aunque esta profesional de 28 años no se describe como una "estilista enfocada en citas".
Buena parte de su escort linda clientela afirma que el motivo principal de buscarla está relacionado con las Romance efervescente citas.
Schiffer observa que, aun entre parejas o personas casadas, el problema de cómo vestirse para una cita nocturna es algo recurrente en su clientela variada (desde jóvenes adultos hasta elegantes abuelas divorciadas).
Al grado de que ha decidido llamarlo una "epidemia".
Además, notó que sus trucos para citas están causando furor en TikTok de forma alarmante.
A principios de este año, apareció en el New York Post por su "mejor truco de citas de la historia", al que llama la "teoría del síguelos".
En vez de quedarte esperando a que una persona de una aplicación de citas te escriba.
Schiffer sugiere que sigas a la persona que te interesa en la red social que prefieras.
No es una estrategia particularmente innovadora, pero 18.000 personas encontraron el truco de Instagram interesante, aunque ineficaz.
“Ambos se monitorearán mutuamente durante un par de semanas”, explicó.
“Al final… se comunicarán contigo, responderán a una historia”.